Traumaterapia Sistémica
La terapia del trauma se recomienda para el tratamiento de niños/as, adolescentes y adultos/as afectados/as por procesos de trauma psicológico, traumas tempranos y/o complejos y/o acumulativos.
Engloba diferentes niveles de intervención terapéutica como el tratamiento de las consecuencias de los traumas, apoyo a la marentalidad/parentalidad terapéutica de los/las cuidadores/ as y la colaboración y apoyo a los miembros de la red social afectiva del niño/a, todo ello con la ayuda de psicólogos especialistas en traumas.
La traumaterapia infantil sistémica consiste en una evaluación comprensiva del niño/a, cuidador/a y contexto, la construcción de una relación terapéutica (apego terapéutico), una metodología coherente con técnicas basadas en las necesidades singulares de los niños/as y adolescentes traumatizados,consistente en tres bloques de orden neurosecuencial, y un apoyo y promoción a la resiliencia.
A diferencia de los problemas, conflictos o estrés del día a día, los acontecimientos traumáticos implican amenazas contra la vida o la integridad física, a menudo resultado de un encuentro interpersonal violento y/o maltratador que implica una amenaza vital. Estas experiencias se caracterizan por dolor y estrés intenso, que sobrepasa los recursos naturales de las personas para auto-regularse con vivencias extremas de indefensión, desamparo y terror, como estar sumidos en una catástrofe o en situaciones de máxima indefensión.
La experiencia de trauma puede resultar de muchas y variadas situaciones o
eventos, pudiendo hablar de trauma simple, complejo o trauma o heridas de apego.
El trauma simple (incidente único o trauma discreto), es una experiencia percibida de amenaza a la vida que abruma y sobresatura la capacidad integradora del individuo, estimula las defensas subcorticales para la seguridad y la supervivencia. Los efectos inmediatos de un trauma simple incluyen: estrés agudo, desregulación y disociación, y pueden tener efectos duraderos en el
bienestar.
El trauma complejo sucede por la exposición repetida y prolongada a estresores severos que implican daño o abandono por parte de personas con las que se mantiene una vinculación afectiva, y ocurre en etapas críticas del desarrollo cuando los sistemas biológicos fundamentales se están formando.
Como consecuencia de esta exposición, las personas con trauma complejo pueden presentar:
• Mecanismos regulatorios disfuncionales.
• Desorganización del apego.
• Síntomas disociativos.
•Sentido del self comprometido.
• Problemas de conducta.
•Afectación del funcionamiento social y cognitivo.
Factores de riesgo para desarrollar trastornos mentales o de la personalidad.
Los traumas de apego se refieren a las experiencias adversas en la infancia que afectan la capacidad de una persona para formar vínculos saludables y seguros con los demás. Estas experiencias pueden surgir de diversas situaciones, como la pérdida de un cuidador por divorcio o muerte, pérdida de la comunidad (p. ej., reubicación, ostracismo), situaciones de desprecio, descalificación o falta de respeto , negligencia, abuso emocional o físico, inestabilidad en el entorno familiar, cuidadores que son críticos, inconsistentes o intrusivos, o la falta de sintonía emocional de los cuidadores.
Estas heridas del desarrollo/apego que no activan las defensas subcorticales para la supervivencia (lucha, huida, congelación), pero conducen a defensas relacionales y a trayectorias que pueden manifestarse como baja autoestima, dificultad con las relaciones adultas, rango emocional limitado, creencias negativas sobre uno mismo, los demás o el mundo, o respuestas irracionales, inapropiadas o desproporcionadas a situaciones desafiantes.
Las experiencias adversas y traumas que ocurren durante los primeros años de vida tienen un papel especialmente importante (Daniel Siegel (2002).
La investigación ha demostrado una fuerte relación entre el trauma infantil y el desarrollo del trastorno límite de personalidad(Briere, 1987, Herman, Perry y Van der Kolk 1989; etc.), trastornos disociativos (Van der Hart et al., 2014,), trastornos de la conducta alimentaria (Brewerton y Brady, 2014), autolesiones (Mosquera, Leedsy González, 2014), ideación suicida, conductas de alto riesgo y abuso de sustancias.
Los traumas son acontecimientos que pone en riesgo la propia integridad y seguridad física, psíquica y personal. En concreto aquellas adversidades que tienen lugar durante la infancia, son las causas más frecuentes de trastornos psicológicos en todas las edades. Por ello, desde Grupo Cuida, prestamos especial atención a esta etapa de la vida, desde un enfoque integrador, que incluye la traumaterapia sistémica, el EMDR y la Terapia Sensoriomotriz.
La terapia EMDR (llamada así por sus siglas en ingles) o Terapia de desensibilización y reprocesamiento mediante movimientos oculares,
es un abordaje terapéutico integrativo, especialmente indicado para el tratamiento de Trastornos relacionados con el trauma: trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), Trauma complejo, y otras muchas patologías, como la ansiedad, la depresión o trastornos de personalidad . La Terapia EMDR se basa en que la información relacionada con experiencias traumáticas o estresantes no siempre se procesa completamente, sino que a veces, las percepciones iniciales vividas en el momento del suceso, se quedan almacenadas exactamente iguales que en el momento de entrada, junto a pensamientos negativos. (Shapiro, 1995)
TERAPIA SENSORIO MOTRIZ
La terapia sensoriomotriz es una modalidad terapéutica orientada principalmente a problemas relacionados con traumas o experiencias adversas y otras dificultades del desarrollo como pueden ser los trastornos del apego o apegos inseguros.
A diferencia de otras terapias, en la terapia sensoriomotriz el principal foco se sitúa en el cuerpo, pero también en el resto de elementos que hacen que la experiencia del paciente sea individual y única como sus pensamientos, emociones, sentidos y movimientos.
La finalidad de la terapia sensoriomotriz es descubrir y cambiar patrones físicos y psicológicos que impiden un funcionamiento adecuado y llegar a una regulación emocional óptima además de modificar el sistema de creencias limitantes derivado de las experiencias traumáticas.
A través del desarrollo de recursos que permitan desarrollar estrategias de afrontamiento de la vida diaria podremos procesar las experiencias traumáticas y ganar confianza para poder abordar otros temas de la vida diaria que han sido descuidados
Especialistas de terapia del trauma en Madrid, intervenimos sobre las consecuencias de situaciones potencialmente traumáticas como los abusos sexuales, la violencia de género, la adopción u otras situaciones traumáticas que hayan podido generar un impacto en la persona y su sistema relacional; desde el trastorno de estrés postraumático hasta la normalización de determinadas situaciones de riesgo, o la aparición de dificultades en el establecimiento de relaciones o funcionamiento diario.
Estamos especializados en trauma y apego, y consideramos fundamental trabajar con la persona, logrando un vínculo terapéutico seguro y confiable.
Somos un equipo de psicólogos y psicólogas infantojuveniles con más de 20 años de experiencia en el ámbito de la protección a la infancia.
Ofrecemos acompañamiento emocional y terapéutico a las personas adultas, tanto en momentos de crisis evolutivas, rupturas, duelos, experiencias traumáticas o conflictos relacionales que les generen malestar emocional (síntomas) y les impiden tener un funcionamiento adaptativo.
Nuestro trabajo con adolescentes, se centra en crear, apoyar y fortalecer los recursos y estrategias que necesitan para poder afrontar las dificultades de su día a día.
Entendemos que muchas de estas dificultades, no son más que intentos disfuncionales de adaptarse a una situación compleja que no saben resolver.
Un acompañamiento más puntual en momentos de crisis, que no requieran una psicoterapia familiar ni intervención terapéutica profunda.
Somos conscientes también de la dureza del trabajo que desempeñan los y las profesionales del ámbito de protección y atención a la infancia, por las difíciles decisiones que adoptan y por el escaso reconocimiento social e institucional que todavía existe sobre nuestro trabajo, pero sobre todo, somos conscientes del riesgo que supone trabajar a diario con el trauma complejo, y de las altas probabilidades que existen de verse afectados/as por el trauma vicario, al poner toda nuestra empatía al servicio de los/as más dañados/as.
Es por eso que ofrecemos un servicio de apoyo y acompañamiento tanto presencial como online, para todos los /las profesionales que enfrentan esta difícil tarea, con el fin de prevenir o paliar el burn out, que puede desembocar en el abandono de grandísimos/as profesionales de los recursos públicos dedicados a la protección y atención a la infancia.
“Encantado con la experiencia, Vanesa y todo el equipo son grandes profesionales, han sabido crear un entorno seguro y retador. Gracias por los cambios en los que me han acompañado!”
Joan Navarro
“Llevo casi 4 años haciendo terapia con Vanesa, me la asignaron tras conocer mi caso y solo puedo decir cosas buenas de ella y del gran trabajo que hacen. El trato es muy personal, se implica en mi proceso a niveles estratosféricos y no me puedo sentir más acompañada a pesar de que hacemos las sesiones por videoconferencia… solo tengo palabras de agradecimiento para ella y su equipo. Ojalá haberles conocido antes. Millones de gracias desde Barcelona 💖”
Andrea Ruiz
“100% recomendable! Borja muy profesional y con mucha experiencia. Ha sido una suerte dar con ellos”
Rafael Girón
